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El fascinante Master Grand Tourbillon Enamel de Jaeger-LeCoultre

Una obra maestra de la Alta Relojería

Jaeger-LeCoultre no deja de sorprender a los amantes de las piezas del tiempo, y esta vez nos impacta con un nuevo modelo que es arte puro.

Por primera vez, Jaeger-LeCoultre presenta un reloj equipado con un cristal de zafiro finamente ornamentado con una pintura en miniatura realizada mediante una técnica innovadora. La miniatura representa unas grullas, símbolo tradicional de longevidad. Esmaltados sobre la esfera del Master Grand Tourbillon Enamel, las aves están rodeadas de bambús pintados sobre el cristal de zafiro del reloj.

El corazón del reloj palpita al ritmo del Calibre 978, uno de los 1242 calibres elaborados y producidos por Jaeger-LeCoultre a lo largo de su ilustre historia. Un calibre legendario que ganó en 2009 el memorable primer premio del Concurso internacional de cronometría promovido por el museo de relojería de Le Locle.

La jaula del tourbillon, elaborada en una aleación de titanio ligero pero robusto, sólo pesa 0,28 gramos y requiere de muy poca energía para su rotación. Por consiguiente, la fuerza motriz del barrilete puede ser casi totalmente movilizada por el gran volante de inercia variable, que oscila con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora, como prueba de su excepcional grado de precisión.

La caja de oro blanco está ornamentada con grabados sobre los lados mientras que el bisel, engastado con diamantes talla baguette, ofrece un marco perfecto para el precioso diseño de grullas en miniatura. Prácticamente abandonada por las escuelas de arte, hoy en día sólo un círculo muy exclusivo de artesanos perpetúan el saber hacer de la técnica del esmalte en miniatura de generación en generación.

El artesano engasta los 94 diamantes de talla baguette, uno a uno, aliando hábilmente piedras de dimensiones distintas para ornamentar el bisel, las barritas y la corona de oro blanco que brilla como una preciosa aureola resplandeciente.

Este reloj asocia estupendamente el saber hacer tradicional de la Manufactura Jaeger-LeCoultre, dedicado a la búsqueda de la precisión desde su fundación en 1833, y su espíritu de innovación ilustrado por la elaboración de soluciones técnicas vanguardistas.

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